Ante el clima político que se vive en la actualidad en nuestro país, se crea un ambiente de incertidumbre económica, política y social. Editorial y crítica aguda de la MCP Miriam Pagani, vicepresidenta del Colegio Profesional de Martilleros Corredores Públicos de la Provincia de Córdoba.
La situación golpea al mercado inmobiliario de lleno, lo impacta en la reducción de ventas a nivel histórico– ni en peores épocas pasadas vivimos lo que estamos viviendo en la actualidad-.
La preocupación se expresa en tantas familias que viven de su profesión, ya que es un mercado desalentado
Texto de la MCP Miriam Pagani
para la inversión en ladrillos. Los profesionales llevan ya 4 largos años de resultados negativos y de un estancamiento en las ventas, sean nuevas o llamadas en pozo, como el inmueble usado. ¿Cómo hacen los profesionales para sostenerse? Los que tienen no solo la venta, sino que no han desarrollado la actividad de administración de propiedades o consorcios, tasaciones, desarrollos de algún emprendimiento, les resulta casi imposible sostenerse y permanecer en el rubro. Deben dedicarse a otra cosa para poder sostener su familia. ¿Qué pasa con los alquileres? Se ve una gran reducción de inmuebles en oferta, por la baja rentabilidad y una ley que,de inicio, fue un gran fracaso en su práctica, ya que no favorece a ninguna de las partes. Se presenta una cantidad de locales comerciales vacíos como no se ha visto antes.
¿Cómo se presenta el mercado hoy? En los meses de junio y principios de agosto, se visibiliza un movimiento de consultas y, más los acontecimientos de público conocimiento, el mercado vuelve a retraerse. En este contexto de inestabilidad macroeconómica de Argentina, su conflictividad económica social y política, aleja a los inversores y genera que los capitales golondrinas emigren a otros mercados del exterior. Esto genera que los inmuebles sean retasados, ya que hay zonas donde el valor ha sufrido una importante baja- hasta de un 30 %-.
¿Qué hacer como comunidad profesional? Es un tiempo de trabajar y compartir con colegas para amortiguar el golpe y, de esta forma, crear una cadena de trabajo.